sábado, 12 de noviembre de 2011

batalla de Balaclava

La batalla de Balaclava (25 de octubre de 1854), librada en la región de Balaclava, enfrentó a rusos contra los aliados turcos, franceses e ingleses durante la Guerra de Crimea: (1854-1856). En la cultura rusa es más conocida por la batalla de Kadikoi, localidad realmente más cercana al escenario de la batalla. La acción tiene lugar en el curso del asedio de la plaza de Sebastopol por los aliados y en el intento de un ejército ruso de bloquear el puerto de Balaclava que usaban los aliados para sus bastimentos.
En el transcurso de la batalla se produjeron destacables hechos de armas para la historia militar como la Carga de la Brigada Pesada o la celebérrima «Delgada Línea Roja» (The Thin Red Line) en el que el 93º Regimiento de Highlanders detuvo una carga de la caballería rusa con tan solo una formación de dos en fondo, por completo audaz para un enfrentamiento ante caballería. No obstante, esta batalla es famosa por la polémica que ha generado entre los historiadores su última acción: la famosa carga de la caballería ligera británica: la llamada Carga de la Brigada ligera.
Desde el primer momento la prensa inglesa se hizo eco de la valentía que supuso la carga, al tiempo que corrían ríos de tinta acerca de quién debería asumir la responsabilidad de haber causado tantas bajas británicas sin resultados aparentes. Casi todos los registros históricos indican que la decisión de realizar esta acción militar se tomó de manera apresurada y sin el debido análisis de la situación. La conocida como "cabalgada al infierno" se produjo cuando se ordenó a toda la Brigada Ligera (al mando del general de brigada lord Cardigan) de la División de Caballería (al mando del general de división lord Lucan) que cargara de frente sobre una posición de artillería rusa situada al final de un valle de aproximadamente 1,5 km de profundidad, protegida en las faldas de las colinas que conformaban el valle por más baterías de artillería y unidades de infantería.
Durante la cabalgada la Brigada quedó tan expuesta al fuego cruzado de granadas y mosquetería que las bajas producidas fueron terribles en hombres y caballos. No obstante, la Brigada mantuvo la serenidad cumpliendo a rajatabla con la orden encomendada y siguiendo fielmente el reglamento de caballería, que marcaba cuidadosamente el paso a mantener a las monturas en función de la distancia al objetivo (paso, trote y galope), no sonando el toque de "a la carga" hasta los últimos metros frente a las bocas de los cañones, para maximizar la potencia de los animales que así no llegaban agotados y para lograr mantener la línea de la Brigada en el orden necesario. Los rusos confiaban en detener a la Brigada con una eficaz y atronador fuego de artillería, realizando incluso la última descarga de metralla sin limpiar los cañones previamente para ahorrar unos segundos al encontrarse ya la caballería a tan solo unos metros y haber pasado visiblemente los lanceros sus armas a la posición "en ristre" (no limpiar los cañones de la pólvora sobrante tras una descarga suponía un serio riesgo de accidente que ponía en peligro la vida de los servidores de las piezas).
No obstante, los supervivientes de la Brigada superaron la línea de cañones rusa y se encontraron con una sorpresa,la carga de la caballería rusa y de los temidos cosacos rusos que estaban formados detrás de los cañones y los superaban 5 a 1. Finalmente, los rusos lograron desbaratar las líneas británicas tras constatar el exiguo número de británicos que salían de la humareda de los cañones. Los restos de la Brigada Ligera comenzaron entonces un infernal camino de vuelta salpicado de sangre por el fuego incesante de las posiciones rusas en las colinas.
Como consecuencia de esta acción, tan valerosa como inapropiada, la Brigada Ligera, compuesta por cinco regimientos de Dragones Ligeros, Lanceros y Húsares, fue casi totalmente destruida.
Se ha discutido desde el punto de vista de la historia militar si el error fue de quien dio la orden o de la ejecución; al parecer el momento y la forma estuvieron mal elegidos, con lo que la culpa sería de los oficiales que dieron la orden, cuyo oficial superior sería lord Raglan. Se ordenó cargar sin apoyo de infantería desde una zona poco apropiada.
Finalmente, el ejército ruso se retiró de las posiciones cercanas a Balaclava, contabilizándose la batalla como una victoria en los anales militares rusos. No obstante, desde el punto de vista estratégico, los aliados mantuvieron las posiciones de asedio alrededor de Sebastopol por lo que puede considerarse estratégicamente rentable el resultado de la batalla.
El poeta Tennyson compuso un famoso poema en loor de la acción: "...por el valle de la muerte, cabalgaron los 600..." que causó un gran impacto en la sociedad victoriana de la época, componiéndose músicas para su recitado. En los colegios ingleses se hizo obligatoria su memorización por los escolares y hasta épocas bien recientes todo inglés conocía desde pequeño la famosa acción de la carga de la Brigada Ligera.

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